¡Construyendo el camino hacia una inclusión real para el Síndrome de Down!
Cada 21 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down, una fecha clave para generar conciencia, desmitificar prejuicios y reflexionar sobre la importancia de la inclusión de las personas con esta condición en la sociedad. El síndrome de Down es una condición genética causada por la presencia de una copia extra, total o parcial, del cromosoma 21. Esta alteración genética varía en cada individuo e impacta en las capacidades física y cognitivas de quienes la presentan.
En Chile, se estima que aproximadamente 1 de cada 1.100 a 1.200 nacimientos presenta síndrome de Down, lo que representa un número significativo de personas en todo el país. A pesar de los avances, aún existen desafíos en áreas como la educación, el acceso a servicios de salud y empleo.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) revela que las personas con discapacidad, incluida la del síndrome de Down, enfrentan barreras significativas para acceder a una educación de calidad y a oportunidades laborales adecuadas.
El desconocimiento sobre el síndrome de Down genera mitos y prejuicios que afectan negativamente a quienes lo viven. Es fundamental comprender que esta condición no define a una persona de manera integral, y sus capacidades varían ampliamente. Las personas con síndrome de Down pueden llevar una vida plena, trabajar, estudiar y tener una familia, al igual que cualquier otra persona. Te invitamos a romper los estigmas e informarte más sobre esta condición:

Mito 1: Las personas con síndrome de Down
tienen un bajo nivel intelectual
Aunque algunas personas con síndrome de Down pueden presentar retrasos cognitivos, no todos tienen el mismo nivel de capacidad intelectual. Muchas desarrollan habilidades excepcionales en áreas como música, arte y deportes.
Además, con el apoyo adecuado, pueden desempeñarse en diversas áreas profesionales y educativas. En Chile, según el Ministerio de Salud, más del 80% de las personas con síndrome de Down asisten a la educación regular, lo que demuestra que pueden integrarse y sobresalir en el ámbito educativo.

Mito 2: Las personas con síndrome de Down siempre necesitan ayuda en todo
Accediendo a las herramientas adecuadas, las personas con síndrome de Down pueden ser altamente autónomas, participando activamente en la comunidad y desarrollando habilidades que les permitan vivir de manera independiente.
En Chile, la prevalencia del síndrome de Down es notablemente alta en comparación con otros países, se estima que nacen aproximadamente 2,7 niños con síndrome de Down por cada 1.000 nacidos vivos, muchos de las cuales lideran su propio proyecto de vida de manera independiente de acuerdo a las cifras de la Universidad de los Andes.

Mito 3: El síndrome de Down siempre viene acompañado de problemas de salud graves
Si bien algunas personas con síndrome de Down pueden presentar condiciones de salud asociadas, como problemas cardíacos o de audición, no todas enfrentan problemas graves de salud. Con un seguimiento médico adecuado, muchas llevan una vida saludable.
En Chile, se ha demostrado que el 60% de las personas con síndrome de Down no presentan problemas de salud graves que afecten su calidad de vida, según el Ministerio de Salud.

Mito 4: Las personas con Síndrome de Down no pueden tener una vida profesional
Las personas con síndrome de Down son miembros valiosos de nuestra sociedad. Con educación y apoyo, participan activamente en sus comunidades, ya sea en el ámbito laboral, en actividades recreativas o en proyectos de voluntariado. Su aporte es esencial para construir un mundo más inclusivo.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) indicó que actualmente, más de un 30% de las personas con discapacidad en Chile, incluidas las de síndrome de Down, están activamente empleadas.
¡Este 21 de marzo, recordemos que la diversidad es una riqueza y que la inclusión no es solo un derecho, sino una oportunidad para construir una sociedad más equitativa y empática!
